viernes, 23 de agosto de 2013

Vedado.

Busco amabilidad en el pavimento y el hormigón armado, en los semáforos en verde y los asientos vacíos en el colectivo. Busco la caricia de las barreras levantadas y mi deseo es el de la gente caminando recto, los autos estacionando bien. El fluir de un lado a otro es el único acto de cariño que deseo últimamente porque otros me son negados. Pero la ciudad me pega, y me pega tanto que ya no queda cuerpo, no hay cuerpo para el amor, no hay cuerpo para la supervivencia, sólo hay cuerpo para sentir la angustia de que no se me permita tener algún goce.

lunes, 19 de agosto de 2013

Lo oculto.

No tengo más que esta fe que se escurre de mi cuerpo como una fatalidad, inevitablemente. Ningún sueño duro. Sueños efímeros y a veces inventos míos, que ya no sé si fantasías o delirios. No quiero ni puedo hacer pasar por magnanimidad mi timidez ni por astucia mi silencio. No puedo dejar de confundir deseo y placer. Los limites no son claros ni puedo poner límites a todo el todo que es el todo.  Simplemente puedo arrojar una palabra, o un par de ellas, como ahora, para que busques lo oculto y me digas que lo oculto mal.  

lunes, 5 de agosto de 2013

Estirando la materia.

Me habló de corroer todo. De sacarle al mundo varías gota de sangre y de extender el dolor en tiempo y espacio. Ese ir y venir, destrozo progresivo que nunca llega a la perdición porque, seamos realistas, no hay nada de crudo en la perdición, la perdición, concreta como es, es reconfortante y él me hablaba de cualquier cosa menos comodidad. Yo creía que me hablaba de cambiar el umbral de dolor. Ir tolerando cada vez más, estirando la materia, el cuerpo, hasta que venza pero no hasta que quiebre. Pero aparentemente era más que eso. Tenía que ver, según me dijo, con que la mejor forma de reconocer el cariño, la dulzura, el amor, en un lugar tan dormido, sólo se logra volviendo de la devastación más profunda. Y para volver no hay que quebrar, para volver hay que estar vivo. No volver, si bien una opción, para él era simplemente... no sé. Siempre lo vi volver.

sábado, 3 de agosto de 2013

Nunca, nada ni nadie.

Tu mirada cruza
espacio cruza,
pasa mi mirada.

Mis ojos sellados
sentimientos sellados,
pasan tus ojos.

Y todo se queda
el misterio se queda,
queda el silencio.

Mi alma se aquieta
mi cuerpo se aquieta,
aquieta emoción.

Y frío vuelvo
rutina vuelvo,
vuelve el vacío.

Y pronto me olvido
sentir me olvido,
olvida de todo.

Y nunca, nada ni nadie quiero
nunca, nada ni nadie quiero
quiere nunca, nada ni nadie.

viernes, 2 de agosto de 2013

Destino.

Cada decisión que pueda tomar y lo acerque más a él mismo lo aleja del resto. Cada paso más adentro lo va dejando sólo. Lo va blindando. Cuando todo quede entendido hacia adentro todo lo de afuera será incomprensible. Así es su destino planchado de conflictos, de exteriores. Plagado de silencios. Cuando entienda todo, no entienda nada, no haya nada que entender; la locura, la muerte.