Todo lo que tuve
fue una decisión
un segundo
de acción.
Y todo fue horrible
fue un trastabillar
un momento
y llorar
Y sí que tomé todo
mis ojos cansados
en todos los pasos
atados.
Y sigo desde ese día
con todo remendado
y si camino rápido,
es mareado.
Y vuelvo a ese día
con pocas certezas
y me juego esa verdad
con fiereza.
Y marcho feliz
portando una cierta alegría
y miro este mundo, por momentos
con simpatía.
Pero adentro, a veces
se juegan gloriosas
mis entrañas que dicen
otra cosa.
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