Si jugamos a este juego
dame tus reglas
porque no puedo
estar sin saber
si cuando me hablás
yo te creo
si cuando te escondés
yo te busco
si cuando saltás
yo te corro
si cuando me tocás
yo te beso
si cuando llorás
yo me detengo
si cuando te vas
yo me muero.
No te voy a decir que no haya reglas... quizá las haya. Pero parecen estar cambiándo todo el tiempo...
ResponderEliminarQue las reglas cambien hacen que todo sea más divertido. No sé si divertido, pero al menos uno no se aburre, sino que se entusiasma. Sí, entonces es divertido.
ResponderEliminarEl tema es cuando se hace crónico y nuestras emociones se vuelven vulnerables al 100%. Ahí es cuando la otra persona nos tiene en su mano. Y para nosotros ya no hay vuelta; o morimos o desarrollamos una extraña fuerza para conocer las reglas de juego de otra persona.
A propósito... ¿Por qué las reglas de juego las tiene que poner siempre el otro?