sábado, 23 de enero de 2010

Palabras más, palabras menos.

El problema en elegir a la palabra como única arma es que si nos restringimos al decir algo no nos queda otra via de escape que la locura, para abrazarnos en un silencio eterno y absoluto, en un desentendimiento constante, en un individualismo triste e inútil para la vida. ¿Qué otra cosa es la locura sino esa creencia estúpida de que el otro no puede llegar a entendernos? Como si realmente hubiera algo que entender, como si uno se entendiera a sí mismo. Darle ese trabajo imposible y totalmente frustrante al otro es asegurarse una comoda vida en nuestro cálido y reconfortante interior, de ahí nadie nos saca, pero ahí no hay mucho que hacer, todo ya está hecho, todo es como debe ser, es un mundo triste que no solo no tiene sentido sino que posee la incapacidad de adquirir alguno. Por eso, si elegimos la palabra, ¿por qué limitarnos? Las incoherencias escritas y expresadas en el papel, las locuras internas que ponemos por escrito no son nada más y nada menos que un grito de nuestro interior que apunta a no quedar encerrado en ese mundo de desentendimiento que es volverse loco. La expresión sin censura de nuestros más profundos arrebatos de inconsciencia nos salva siempre de caer en un absurdo sin salida. ¿Por qué? Porque eso que no escribimos (o decimos) no va a ningun lado, no llega a otros ojos que lo deconstuyen y lo resignifican, no genera repercusiones, no hace volar nuestro cuerpo y nuestra mente en ninguna dirección, nos consume y nos cierra hermeticamente, y como sabemos... todo lo que se cierra hermeticamente asfixia, todo lo que se queda quieto se oxida y todo lo que se estanca se pudre.

Si no me quiere hoy.

"Un milagro tardío no es milagro así como una justicia tardía no es justicia así como un amor tardío no es amor"

domingo, 17 de enero de 2010

Las aventuras de J. y A.

Escena 1:

J. y A. entran en una sala de exposiciones:

J.: (Mirando el primer cuadro) Ay mirá, son como gusanos.

A.: Son espermatozoides.

J.: (Lo mira medio escandalizada)

A.: ¡Sí!, Por eso se llama "Comienzo".

J.: Ahhhhh.


Escena 2:

J. y A. están viendo el último cuadro de la muestra.

J.: Para mi este tipo de chiquito se cayó a un pozo lleno de gusanos.

A.: De espermatozoides, se cayó a un pozo lleno de espermatozoide.

J.: Eso es bastante más dicícil.

A.: Creeme que no.

A. y J. se rien.