martes, 27 de diciembre de 2011

La luna que sale.

La luna que sale
mira a los hijos
de esta ciudad
y muestra su piel.

Los ojos perdidos
que miran, no ven
se van en sus ansias
y odian que estén.

Los hijos del suelo
que miran el cielo
buscan su luna
no saben que hacer.

La noches los llama
sus ojos no brillan
y pierden la vida
no saben caer.

Y miran al cielo
salen de la noche
los llama la luna
que muestra su piel.

Y caen llorando
en el pavimento
suelos de su madre
techos de su fe.

Y rozan la piel
que es el pavimento
techos de su padre
suelos de su fe.

domingo, 25 de diciembre de 2011

viernes, 9 de diciembre de 2011

Buscar.

A veces vengo corriendo al borrador en blanco cuando el nudo en la garganta se hace demasiado grande y se está por convertir en lágrima pensando que por fin va a salir esa palabra mágica que ponga todo de vuelta en su lugar, y luego, con algo de desesperación me doy cuenta de que esa palabra no existe y que no me queda nada más que esto que está a mi alrededor y que se carga sobre mi espalda, intangible, pero pesado como el mundo. Me sigo preguntando todos los días si en algún momento seré capaz de mirar hacia los costado sin sentir vértigo. Si podré mirar hacia atrás sin sentir que lo mejor ya ha pasado. Si podré mirar hacia adelante sin sentir que el camino ya está terriblemente escrito. No hay una respuesta generalmente, pero a veces escucho esas notas, y me vuelven esas imágenes, y lo único que tengo en estos momentos es esta hoja en blanco y mi búsqueda, últimamente infructuosa. Lo único que siempre tuve. Lo único que siempre tendré. Por supuesto, una hoja en blanco. Y mis lágrimas.