lunes, 12 de octubre de 2009

Trauma

¿Y por qué no admitir que hay miedo a incurrir en los mismos errores?. Las sensaciones son tan parecidas a las de otras veces... Ya soy como el perro de Pavlov, ahora espero desgracia. No tiene ninguna lógica pero al parecer mi cuerpo se predispone... mi mente... qué sé yo. Lo que más me aterra es que esto, lo que de vez en cuando nombro como intuiciones, rara vez han estado fuera de lugar. Doy el beneficio de la duda, por supuesto, pero no puedo evitar sentirme de vuelta en la postura de alguien que cometió un error, alguien que sintió de más. Quicera, más que nada, poder tener la intuición de que esta noche o mañana estaré riendo de lo tonto que ha sido plantearme esto.

No está de más decir que jamás creí que esto me pudiera pasar a mi, debo un par de disculpas.

1 comentario:

  1. Oh, el miedo al error... A las consecuencias... O el miedo a avanzar, a lo que pasará después; así como el miedo de lo que podría pasar si uno no se mueve del lugar del que está.

    Agradecé que no sos vulgar, sino diría que sos cómodo.

    ResponderEliminar