jueves, 6 de junio de 2013

Inexistente.

Escribir este silencio, tarea inexistente si la hay. Y yo tanto tiempo tratando de pintar la negrura, de ponerle música al vacío, de probar lo insípido de esta aventura de sonidos concatenados que, como si fuera poco, no suenan a nada. No suenan. Porque toda pe, sucedida por una o, por una erre, por una cu, sucedida y sucedida en la infinitud discreta y también indiscreta, llevan a nada. Son un silencio sonoro, un vacío satisfactorio, una negrura más que colorida, y por qué no, cálida. Mejor, aún así, que cualquier otra cosa que haya podido probar. Evidencia de que no he podido probar nada. El círculo sin fin que es escribir este silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario