viernes, 21 de agosto de 2009

Mi ejemplo al llegar.


Siempre la veo moviéndose de un lado para el otro y a veces creo que está totalmente loca pero en algún punto sé que siempre tiene algo que hacer. Es como si viviera la vida sin ningun tipo de plan y sin embargo siempre parece que estuviera llena de sentido. A veces veo que hace cosas y me entra la duda sobre lo que está buscando. Veo en sus ojos algo que me resulta familiar en mi y en muchos seres humanos cuando estamos entretenidos con algo, cuando se nos pone una idea fija en la cabeza y no hay golpe suficientemente fuerte que nos haga salir de eso. Y de vez en cuando se acuerda de mi y me habla (a su manera) y me dice lo que mucha gente no sabe decir "Te necesito para ésto, pero sólo para ésto" y yo sé que sería una imprudencia llegar más allá y comprometer su libertad; no me lo ha pedido. Y lo lindo de esto, lo que me genera placer cuando llego a mi casa y la veo tomando sol o sentada en la ventana espectante es que no me importa que sea feliz (incluso la puedo ver enojada mauyandole a algún gato vecino), me importa que sea libre, proque es lo que me recuerda cada día cuando llego a casa que nada es lo suficientemente malo como para evitarme continuar, que libertad no es estar libre de presiones, que libertad es poder seguir decidiendo e imponiendole nuestras reglas a la estructura en la que vivimos.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Obviedades y cotideaneidades.

Con humor (y un poquitito de ego)


- jime - dice:

*encima la mina me dijo "no lo apagues hasta q te llegue el mensaje"
*pero se me va a quedar sin bateriaaa
*igual ya doy por perdido q me llegue el mensaje
*no pueden tardar tanto en darlo de alta
*jajaja
Agustín Shit happens, deal with It. dice:
*Igual lo podés cargar prendido....
- jime - dice:
*JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
*soy una PELOTUDAAA
*cada vez me conozco menos
*te juro
*jajajaja
Agustín Shit happens, deal with It. dice:
*Es tu necesidad de quejarte xD
- jime - dice:
*jajaja
*dioss.
*menos mal q te tengo para hacerme ver las cosas obvias



lunes, 17 de agosto de 2009

La cachetada que nos recuerda: ¡Estamos vivos!

Ayer a la noche la recibí y con mucha tristeza pero al mismo tiempo con cierta alegría (no veo cómo ambos sentimientos puedan ser incompatibles) me di cuenta de dos cosas: la primera; algo cambió, algo me dejó llegar tan lejos en mis emociones y sin embargo el aire no faltó ésta vez, la tristeza fue simplemente lo que debía ser en el momento que debía serlo. La segunda cosa, estoy vivo; donde algo se acaba indefectiblemente uno hace empezar otra cosa, y no hay mejor cosa que la conciencia de eso, nada que se acabe, salvo la vida misma, es el fin de nada, es algo tan maravilloso como la continuación de todo lo que hemos sido hasta ahora. Nunca empezamos de cero, pero queda en nosotros seguir desde donde nos quedamos. Que tanto puede decir una cachetada, ¿no?. Hoy una amiga me dio una mano más grande de la que esperaba, hoy un lugar me recordó ciertas cosas que estaban dentro de mi. Hoy decido continuar.

Eso es el Aspecto Imperfectivo. El Aspecto (gramaticalmente definido como una categoría que da cuenta de la descripción del desarrollo de una acción en el tiempo) de la vida, que a mi parecer no es algo puntual en el tiempo, como una sucesión de momentos puntuales cuya suma o resta dan lo que somos, sino, más bien, una continuidad; un desarrollo Imperfectivo de la acción de vivir que no para nunca, que no se puede subdividir en partes menores, que no es la suma o la resta de unidades.

Entonces no podré tomar esto como un punto de partida, como el comienzo de nada. Tomaré esto (y quienes tengan la desgracia de ser mis lectores, lo harán conmigo) como la continuación de lo que hasta ahora vine siendo. Pero eso sí, los miedos de un cambio de dirección, de la revisión de los hechos que me han llevado a lugares no queridos, de las cosas que me han hecho perderme y de las que me han hecho encontrarme, rondarán en la atmósfera de este lugar, muchas veces sin motivo aparente.

Es hora de darle mas incertidumbre a la vida y poder actuar a pesar de ello. Es hora de no ver cual es el límite. Es hora de continuar con lo que ya he empezado.