domingo, 28 de febrero de 2010

Momento al tiempo de éste espacio.

En éste preciso momento soy lo único vivo de ésta habitación, miro a mi alrrededor y todo está sumamente quieto, el polvo cubriendo las suprerficies, libros en el piso, apuntes en la cama, la música acompasada parece inmovil también. La luz del velador hace sombras en los pliegues de las sábanas y todo parece estar en un estado de armonía aboluta. Parece que el cuarto se hubiera detenido en el tiempo. Parezco lo único vivo acá, cada movimiento perturba, cada respiración rompe el equilibrio, cada pensamiento agitado que me ha quedado del día parece una locura al lado de la paz que ahora aparenta haber en el ambiente. Todo me invita de a poco a la somnoliencia, mis pensamientos de poco se van apagando y la múscia cada vez va más lenta, la luz se va perdiendo en mis ojos y los pliegues de las sábanas van tomando la forma de mi cuerpo al este caer lentamente sobre ellos. Las sombras se borran y la luz se apaga al fin, y todo queda resumino, no a la nada, sino a un simple pensamiento, a un único y poderoso deseo, a lo único que sale de mi que no rompe con toda esta tranquilidad sino que me ayuda a disfrutarla.

2 comentarios:

  1. Hermoso texto, Agus. Casi tan lindo como el momento que describiste :). Es una suerte que sepas disfrutarlo.

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  2. buenas! me encanto esta publicación ;) atrapante.

    saludos!

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