domingo, 14 de julio de 2013

Fatiga.

Es fatigante esa idea de que para que las cosas avancen uno tiene que estar en paz con todo. Sin deudas con el Universo. Sin cuestiones pendientes. Como si la vida fuera simplemente el poner al día los errores, una lucha infinita por no dejar que las cosas se desactualicen. Infinita al punto de que nunca llegamos al estado en donde las cosas tiene que empezar a avanzar sino que estamos siempre en la etapa previa, preparando el campo, barriendo el piso, haciendo la cama, peinándonos y así, en una sucesión eterna que hace que nada, ni siquiera esta idea, sucesión de palabras, pueda ser completada para llegar a lo que quiero decir y luego recibir una respuesta.

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