sábado, 26 de abril de 2014

Implicando.

Yo, hablando sobre lo que fuera y entonces vos "sos muy lindo" me decís. Te sonrío incómodo, pero te sonrío, aceptando el cumplido. Luego me decís "lindo" y yo te respondo con un "gracias". La educación por sobre todas las cosas. Gracias "gracias", de lo que me has salvado. En otro momento "sos lindo" otra vez. Mi mente y mi cuerpo entran inmediatamente en ese colapso clásico que provoca la escisión de la realidad: "¿Por qué?" El resto de la noche mi cuerpo y mi mente toman rutas diferentes. "Lindo" otra vez y yo respondo con un beso porque lo que me compromete físicamente no me compromete emocionalmente. La euforia resuelve todo. Esta noche mi mente sigue navegando sola mientras me voy sirviendo, esgrimo sin asco, roses y besos para que dejes de enunciar la mentira: no la de mi hipotética belleza sino la hipocresía de decirme "lindo" en vez de "¿Te gusto?" o lo que fuera.

1 comentario:

  1. Muy "lindo"... No de veras, cotidianamente ingeniosa ¡Adelante, colega!
    Saludos.

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